Independencia y futuro: el liderazgo de planear ciudades libres

Cada 15 de septiembre recordamos el inicio de nuestra Independencia, un acto de valentía que cambió el rumbo de la historia. Hidalgo y los insurgentes no solo se levantaron contra un imperio: imaginaron un país distinto, capaz de gobernarse a sí mismo. Su liderazgo fue, antes que nada, un ejercicio de planeación a largo plazo: arriesgar el presente para abrir posibilidades al futuro.

Hoy, más de dos siglos después, las ciudades mexicanas enfrentan su propia batalla por la independencia. No contra un poder extranjero, sino contra la improvisación, la desigualdad y la falta de visión.

Una ciudad independiente es aquella que garantiza agua a sus habitantes, que diseña sistemas de movilidad dignos, que protege sus espacios públicos, que piensa en las próximas generaciones y no solo en las próximas elecciones. Esa es la nueva independencia: liberarnos del ciclo de decisiones inmediatas que esclavizan nuestro futuro.

Y si hablamos de independencia, debemos hablar de Querétaro. Aquí se fraguó la conspiración que encendió el movimiento libertador. Fue en estas tierras donde unos cuantos hombres y mujeres tuvieron el coraje de reunirse en secreto para pensar en un México distinto. Querétaro fue cuna de la independencia porque fue cuna de la planeación: de la visión que se atrevió a romper con lo establecido.

Hoy, Querétaro vuelve a tener un papel decisivo. Somos de los estados que más crece en población —120 nuevos habitantes cada día—, y la historia nos pone otra vez frente al reto de pensar a futuro. Así como en 1810 se necesitó liderazgo para imaginar un país libre, ahora se necesita liderazgo para imaginar una ciudad sostenible.

Los insurgentes vencieron la incertidumbre con esperanza y acción. Nosotros debemos vencer el conformismo con planeación y visión. Ellos soñaron con un México independiente; nosotros debemos soñar con un Querétaro que, hacia el 2050, sea un referente de movilidad, agua, energía y calidad de vida.

La independencia se celebra en la memoria, pero se honra en la acción. Si Querétaro fue cuna de la independencia, que también sea cuna del futuro.